Memoria de Planificación: el Camino
Considero que la metodología es algo muy personal: un profesional puede trabajar bien con una metodología que no le sirve a otro. Además, creo que depende mucho del tipo de proyecto que vayas a realizar. Por ello, soy una persona abierta a analizar otras maneras de proceder diferentes a las que suelo hacer. Creo que estoy delimitando de manera bastante clara cómo va a ser mi proceso de trabajo para este proyecto, pero puede ser completamente diferente a un proyecto futuro. Por ello, durante las entrevistas, he escogido personas tan dispares en cuanto a su profesión. Tienen cosas en común no sólo entre ellos, sino también conmigo, pero también difiero en otras partes, algo que me ha dado ideas para realizar este camino. A continuación, voy a dejar punto por punto las paradas que habrá en mi camino:
1. ¿Por qué quiero que germine mi semilla?
Viendo el video de Mara Dierssen, escuché una reflexión que hace que me pareció super importante pero que, a menudo, olvidamos: saber qué se quiere preguntar para saber cómo preguntarlo. A menudo establecemos una serie de objetivos cuando tenemos una idea y, después, comenzamos a hacer el proyecto sin tener en cuenta como está mutando esa idea. Por ello, creo que el establecimiento de objetivos y subobjetivos es muy importante; no tenerlos como algo inamovible, sino algo presente. Esto quiere decir que se puedan incluir nuevos subobjetivos que encajen con la idea inicial del proyecto, pero que haya una coherencia en el camino, intentando andar todos en la misma dirección.
2. Investigación: Recopilación y Selección de historias
Creo que es necesario tener en cuenta de dónde se va a sacar la información. En el libro que voy a trabajar, quiero que se recojan las historias originales en las cuales, teniendo en cuenta que, como pasa con todas las mitologías y teologías, la información puede verse modificaba a medida que va cambiando la sociedad. Por esto, aunque toda información puede ser de ayuda (no sólo por el tema tratado, sino porque puede suponer una idea para la redacción o presentación, por ejemplo), se pretenderá escoger textos realizados por expertos en la materia, así como la visita a instituciones que puedan facilitar una información veraz. También se puede visitar en línea o en bibliotecas.
Además, no todas las historias serán válidas para incluirlas en el proyecto. Por ejemplo, si obtuviera una historia que no represente ese cambio de mentalidad social, sobre todo al respecto del papel de la mujer en la sociedad, procedería a la evaluación para saber si realmente la puedo incluir en mi libro. No quiero descartarla automáticamente porque puede que el mensaje que transmita si represente un cambio de mentalidad en la sociedad, pero en otro sector; con lo que valoraría si incluirlo como subobjetivo. Si, por el contrario, simplemente quedase como pasaje anecdótico que poco tiene que ver con los temas tratados, si procedería a descartarlo, quedándolos en un recámara para posibles proyectos futuros o alteraciones en este mismo proyecto.
3. División temática y orden
Realmente creo que esto es un subapartado del punto anterior y que, incluso, se podrían hacer de manera paralela. No sólo tengo que buscar información sobre el contenido del libro, sino también sobre cómo se hace un libro o cómo puedo estructurarlo. En mi caso quiero estructurar los capítulos dependiendo del grupo mitológico al que pertenezcan los personajes de las historias: Dioses, Titanes, Oceánides… esto conlleva una búsqueda de información sobre cómo se organizaban estas entidades para poder encajarlas en su lugar correcto.
Del mismo modo, para obtener la mayor claridad y coherencia en la presentación de mi proyecto, he de establecer unas bases y reglas.
4. Ilustraciones: estilo, enfoque y estudios de personajes
Esta fase también se puede hacer alternándola con las anteriores. A medida que vayan apareciendo personajes, puedo ir haciéndoles una ficha con bocetos de ellos en distintas posturas y realizando una serie de movimientos. Además, algunos personajes pueden aparecer en varias historias, por lo que, siempre que elaboro un comic, ilustración o cualquier proyecto de este campo, me gusta hacer estas fichas de personaje.
Aquí también haría una serie de estudios sobre el color, pues no puedo poner al principio unos colores muy saturados y cambiarlos en mitad del proyecto. Tiene que adquirir todo una coherencia para que el lector no se pierda o acabe resultándole más difícil encontrar el sentido del libro.
Personalmente, esta fase para mí es un desahogo de la investigación. Creo que como a todo el mundo, hay días en los que la investigación es fructífera y no te cansas de recabar datos, pero hay días en los que se hace más difícil y es necesario cambiar el “chip” y buscar una vía de escape que te recargue esa energía; para mí, esta vía es el dibujo.
5. Cronograma y herramientas
Al igual que pasa con el estilo y el color del dibujo, creo que es conveniente que todo el trabajo sea realizado con los mismos materiales (o mezclar técnicas).
Si este trabajo se fuera a presentar de una manera formal, se establecen unos tiempos para con la empresa o editorial con quien pactes el proyecto; de ahí la importancia del cronograma. Este proyecto es una idea que estoy disfrutando y que, por ello, me gustaría acabar presentando de una manera profesional y no sólo para esta asignatura. Por ello, quiero establecer un cronograma o modo de simulación. En mi caso, este cronograma también me ayuda a cumplir unos objetivos a corto/medio plazo y a continuar con el proyecto.
6. Revisión y retroalimentación
Aunque personalmente me gusta ir revisando de vez en cuando lo que llevo hecho de un trabajo, antes de su presentación necesita una revisión más exhaustiva, teniendo siempre al lado los objetivos para valorar si se han alcanzado, cómo se han alcanzado y si cambiaría algo del proceso.
7. Publicación, distribución y futuras actuaciones
Si este trabajo estuviera pactado con un editorial, por ejemplo, la cuestión de publicación quedaría resuelta. Pero si lo presentase a una editorial tras su realización, debo tener en cuenta que es posible que no lo acepten. Por esto me gusta pensar en futuros posibles de distribución, contar con otros canales para difundir el proyecto o, incluso, modificarlo para que se me abran nuevos caminos. Por ejemplo, si no consiguiese publicar por un método convencional este proyecto, podría plantearme la realización de un fanzine y modificar el trabajo, adaptarlo. Algo parecido a lo que explica Dora García con su experimento en el centro psiquiátrico.
Del mismo modo, podría plantearme otras semillas (que algunas ya han ido apareciendo y las he tenido que apuntar) que nazcan a raíz de este proyecto. Algunos ejemplos podrían ser la realización de una serie de libros como este, pero tratando otras mitologías, como podrían ser la nórdica, la egipcia o la sumeria.
Otra semilla se me ocurrió hablando con un profesional en el trato y procesos de aprendizaje de personas autistas y, en general, el espectro neurodivergente. Me habló de la adaptación de muchos libros para personas que pueden tener alguna traba en el proceso de aprendizaje y se ofreció para darme algunos consejos si quería adaptar también este proyecto (generando otro proyecto diferente, pero siendo éste su base).
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